LA PSICOMOTRICIDAD EN 0-3

La palabra psicomotricidad hace referencia a dos aspectos: por un lado podríamos decir que “psico” se refiere a la actividad psíquica en la que se incluye lo afectivo, lo cognitivo y, por otro lado, “motricidad” se relaciona con la función o actividad motriz y se manifiesta a través del movimiento. 

En psicomotricidad, podemos hablar de: psicomotricidad fina y psicomotricidad gruesa. Esta vez nos vamos a centrar en la psicomotricidad gruesa.


En el primer ciclo de Educación Infantil se pretende conseguir, entre otros, los siguientes objetivos relacionados con la educación psicomotriz:

· Descubrir, conocer y controlar, progresivamente, su propio cuerpo, sus elementos básicos y características, actuando cada vez más de forma autónoma, y valorando sus posibilidades y limitaciones para ir adquiriendo una imagen lo más ajustada posible de sí mismo.
· Participar en las propuestas de juego, de rutinas, y otras actividades entre

iguales presentadas por las personas adultas, disfrutando y aprendiendo a regular sus intereses, conocimientos, sentimientos y emociones.




0-12 meses

La estimulación o atención temprana en el primer año de vida del bebé es una importante herramienta para su desarrollo.
La evolución en la capacidad de un bebé para moverse es la que más nos llama la atención debido a que es muy evidente. Durante el primer año de vida experimentan un desarrollo realmente sorprendente. Todos los padres nos enorgullecemos y probablemente recordemos durante mucho tiempo cuándo fue la primera vez que nuestro hijo gateó o dió sus primeros pasos y qué tiempo tenía.

Es importante ofrecerle juegos para que se mueva libremente, para que gatee o ande son tan importantes como ofrecerle otros que estimulen su sistema auditivo, visual, táctil y psicomotricidad fina, además del gusto y del olfato.

En los Grupos de Juego, trabajamos los siguientes ejercicios para estimular su psicomotricidad gruesa. Casi todos son una mezcla de juegos motrices con estímulos auditivos (música), visuales (sonajeros de vivos colores) o táctiles (abrazos).
Hacemos ejercicios motrices como: tendido sobre la pelota, empujar con las piernas, rodar...






                                           

1-2 años 


En esta etapa el niño descubrirá, mediante sensaciones de contraste, la tonicidad, las posiciones y aprenderá a escuchar la información que procede del interior de su cuerpo.
El objetivo principal en este primer semestre es caminar, para ello deben haber fortalecido previamente los músculos tanto de sus piernas como de su espalda en la etapa anterior.

También se descubrirán las diferentes partes del cuerpo, sus funciones, las que son dobles, únicas, rígidas, blandas, largas, cortas...las posturas que puede adoptar el cuerpo y los movimientos, la forma de desplazarse en el espacio, la localización, organización y orientación de los objetos en el espacio, relacionándolos con el propio cuerpo y entre ellos. Se propondrán sencillas estructuras espacio-temporales.

En nuestras clases de natación semanales también desarrollan sus capacidades motrices, a la vez que aprenden a flotar, nadar, respirar...mientras están en contacto con el agua.



2-3 años

Se consolida lo adquirido hasta el momento, se corre sin problemas, se suben y bajan escaleras sin ayuda ni apoyos, pueden ir de puntillas andando sobre las mismas sin problemas.
Existe una gran interdependencia entre el desarrollo motor, el afectivo y el intelectual. 

Con "los mayores" de nuestra Escuela, también trabajamos la motricidad fina y gruesa. Los juegos en grupo fomentan el aprendizaje a la vez que el compañerismo y las relaciones con los demás, y es una manera de que se diviertan mientras experimentan el espacio.
Usamos circuitos con pruebas de distintos niveles con bloques de gomaespuma, colchonetas, pelotas, aros, etc., en los cuales el niño tiene que ir superando las distintas fases.

La música en estas sesiones también es un elemento importante a tener en cuenta, ya que va unida en aspectos como educación y estimulación. Un buen desarrollo psicomotor facilita la capacidad de ejercer la música y al revés, una buena parte de las actividades y entrenamientos propiamente musicales, alcanzan e incluso sobrepasan una amplia gama de situaciones psicomotoras en cuanto a los objetivos se refiere.


...y todo ello, Pasito a Pasito...

2 comentarios:

  1. Esta entrada me encanta!! Como crecen nuestros hijos y como cambian... me pregunto cuando dejamos de ser tan receptivos hacia los nuevos estímulos!

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  2. Gracias...... Chiara :) Jamás dejaremos de ser receptivos con nuestros hijos. Cada etapa de su vida es y será algo emocionante, hasta la vejez de ellos.

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