¿POR QUÉ ES IMPORTANTE GATEAR?

¡Hola! ¿Qué tal va vuestra semana? Nosotros preparando nuestra próxima excursión :)

Hoy os contamos algunos beneficios de que nuestros bebés comiencen a gatear.

Generalmente el gateo es la primera forma que tiene el ser humano de desplazarse de forma autónoma y suele suceder alrededor de los 8 meses. Algunos niños, primero desarrollan la capacidad para arrastrarse sobre su barriga y otros quizá nunca gateen, pero suele ser el paso previo a caminar y tiene multitud de beneficios en el aprendizaje y posterior desarrollo del niño.

Asimismo, el bebé que ha fortalecido los músculos de su cuello y brazos en los meses previos mediante juegos, en los que era colocado sobre la barriguita y se le animaba a levantar la cabeza y los que han sido estimulados en su pataleo, tendrán un cuerpo mejor preparado para gatear.


Pero, ¿por qué es tan importante gatear? Pues porque los movimientos, la posición y todo lo que el niño experimenta al hacerlo facilitará el aprendizaje y el desarrollo de otras capacidades futuras:

- Ayuda a establecer la lateralidad en el bebé. Mediante el gateo se conectan los dos hemisferios cerebrales, estableciendo uno como dominante, para no tener que operar los dos a la vez. Así solo usará una de las dos manos para coger un objeto que le llegue por un lado, en lugar de agarrarlo con las dos manos. Es la economía de recursos.

- Se establece la coordinación de ambos lados del cuerpo. Gatear implica desarrollar el patrón cruzado y usar la mano derecha y el pie izquierdo y la mano izquierda y el pie derecho. Esta coordinación en equilibrio es imprescindible para posteriormente realizar otros movimientos como caminar o correr.

- Se desarrolla la coordinación ojo-mano, lo que le hará más hábil para posteriormente escribir.

- Se estimula la visión al tener que fijarse por dónde avanzar y la distancia hasta el suelo es aproximadamente la misma a la que tendrá el libro a la hora de leer o escribir.

- Se experimentan multitud de experiencias táctiles. Suelos calientes, fríos, mojados, rugosos, lisos…

Pero además de todos estos beneficios, el gateo implica autoestima y confianza en el bebé que ve que por primera vez puede desplazarse él solito. Además, los papás podéis estimular el gateo con multitud de juegos que le apasionarán. Podéis coger un rulo hinchable con bolitas en el interior o una pelota blanda y hacerlos rodar para que el bebé venga por ellos y los persiga, animarlo a que pase bajo un túnel a gatas o incluso podéis poneros vosotros a gatas junto a él y jugar a que os perseguís por toda la casa.


Pero lo más importante es darle libertad para que explore e investigue todo lo que tiene alrededor. Esta es la mejor forma para asimilar el mundo mientras estimula los movimientos que le llevarán, en unos meses, a ponerse de pie y finalmente dar sus primeros pasos.

Algunos bebés nunca gatean y pasan directamente de estar sentados a caminar. Para que el bebé que no gatee adquiera estos beneficios, bastará con jugar a perseguirse a cuatro patas o jugar a cualquier juego en el que sea necesaria la posición de gateo.

En la Escuela, desde que los más bebés se ponen boca abajo y son capaces de sostener la cabeza con el cuello, iniciamos técnicas psicomotrices para que comiencen poco a poco a reptar y después a gatear. 



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